El Comitè per Palestina UB, Acció per Palestina UAB, la Coalició Prou Complicitat amb Israel (CPCI) y la Campaña Banca Armada, junto con más de una treintena de colectivos de todo el Estado español y la Red Universitaria por Palestina (que reúne 46 de las 50 universidades públicas del estado), señalaron públicamente, el jueves 20 de febrero en rueda de prensa en Barcelona, la complicidad del sistema universitario catalán -y estatal- con los grandes bancos españoles corresponsables del genocidio en Gaza.
El Banco Santander lidera, junto al BBVA, el ranking de los bancos españoles que más invierten y financian el negocio de la guerra. Además, en octubre pasado, el informe ‘La Banca Armada y su corresponsabilidad en el genocidio en Gaza’ del Centro Delàs, desvelaba que el Banco Santander en los últimos diez años ha financiado con más de 2.400 millones de dólares, empresas de armas que suministran armas a Israel que se ha documentado que han sido usadas en el genocidio contra el pueblo palestino.
El Banco Santander ha financiado, entre otras, a las grandes empresas armamentistas Boeing y General Dynamics, que han producido bombas guiadas usadas para bombardear campos de refugiados en ataques concretos y documentados que han asesinado a cientos de civiles palestinos. Ataques que han sido denunciados por organizaciones internacionales como Amnistía Internacional y también por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Max Carbonell, investigador del Centre Delàs, intervino en la rueda de prensa en representación de la Campaña Banca Armada, y apuntó que «hay una cadena de eventos documentados que muestran claramente el papel que está teniendo de corresponsabilidad la Banca Armada y, en concreto, el Banco Santander en el genocidio israelí contra el pueblo palestino».
Santander es también uno de los mayores financiadores privados de las universidades del Estado español. Mantiene una multiplicidad de convenios de gran alcance con universidades privadas y públicas, vinculándolo estrechamente a nuestras instituciones de investigación. En todo el estado, el Banco Santander financia concursos, proyectos de investigación y programas de todo tipo. En muchas universidades, un carnet universitario del Santander permite acceder a ciertos servicios y ventajasy la gran mayoría de universidades tienen oficinas del banco al menos en un campus. Como ejemplo, sólo en la Universidad de Barcelona, Santander realiza una aportación anual de 1,7 millones de euros, tiene dos oficinas y es el banco donde la institución lleva sus cuentas.
“El Banco Santander se aprovecha de la infrafinanciación crónica del sistema público universitario para mejorar su imagen y lavarse la cara, a la vez que invierte en armamento utilizado para perpetrar un genocidio en Gaza. Con su presencia en las universidades busca transmitir un compromiso social y solidario insoslayable, otorgando becas y ayudas y promoviendo la investigación, mientras apoya de forma activa y directa a las acciones criminales del Estado sionista y a su proyecto colonial”, denunció Toni Gómez, en nombre del Comitè per Palestina UB.
Desde los movimientos universitarios se quiso destacar que el impulso en el boicot académico a las instituciones israelíes que se está produciendo a raíz de las acampadas de mayo de 2024, es crucial para aislar a Israel y truncar su mecanismo expansionista y opresor, pero no suficiente para romper la cadena de complicidad internacional que mantiene al sionismo en el poder, también pormedios económicos. “El hecho de que la empresa del Estado español que con más dinero financia el genocidio en Palestina sea a la vez el mayor aliado del sistema universitario es algo insoportable. Hoy estamos aquí para exigir a las universidades públicas de España la ruptura de toda colaboración con el Banco Santander, y reclamamos a todas y cada una de ellas, así como a la CRUE, una reunión para establecer una hoja de ruta clara para llevar a cabo esta ruptura”.
Por último, por parte del movimiento de solidaridad con Palestina interveno Alys Samson Estapé, en nombre de la Coalició Prou Complicitat amb Israel (CPCI). La activista explicó cómo esta campaña contra el Banco Santander en las universidades forma parte de una campaña más amplia, Fin al Comercio de Armas con Israel, que han impulsado a nivel estatal desde más de 525 organizaciones para exigir al gobierno del Estado español que ponga fin a la compraventa y tráfico de armamento con Israel.
Samson destacó como gracias a la presión popular de los últimos meses se han obtenido varias victorias, como por ejemplo que el gobierno español denegara el tráfico por puertos españoles de tres barcos cargados con armas a Israel; el anuncio de la cancelación de una compra millonaria de armas a Israel; la no participación de Israel en la feria de armas más grande del estado FEINDEF; o las movilizaciones que vimos el año pasado en las universidades, desde Estados Unidos, a Europa y también en Barcelona que han provocado que algunas Universidades decidan no renovar contratos con Universidades israelíes y convenios de investigación con organizaciones israelíes. Pero alertó que estamos muy lejos aún de poner fin y romper la alianza militar y económica entre el Estado español e Israel, que contribuye al hecho que este último pueda continuar su ofensiva genocida. “Si Israel puede seguir cometiendo estos crímenes contra el pueblo palestino y con la impunidad que lo hace es precisamente porque después de estos quince meses de genocidio prácticamente no han cambiado ni las relaciones económicas, institucionales ni militares con el Estado de Israel, y esto es una auténtica vergüenza”.


