Buenas tardes Sr. Presidente, miembros del Consejo de Administración, señoras y señores accionistas. Mi nombre es Jesús Carrión Rabasco y vengo a hablar en nombre de la Campaña LaCaixa Sin Armas, promovida por el Centro de Estudios por la Paz JM Delàs, la ONG Setem y el Observatorio de la Deuda en la Globalización.
Les hablo en representación de 45.648 acciones, cedidas a la campaña por decenas de accionistas que de esta forma quieren mostrar su desacuerdo con las inversiones controvertidas de Caixa Bank.
Ya nos conoce, Sr. Presidente, porque vinimos el año pasado a denunciar sus inversiones en armas y en otros negocios controvertidos..
La Caixa tiene un alma con su Obra Social, que se ve manchada continuamente por la forma de hacer negocios que tiene CaixaBan al participar como accionista de referencia en diversas compañías catalanas, españolas y extranjeras que vulneran los derechos humanos de forma sistemática tal y como diferentes Relatores de Naciones Unidas han informado. Y si una empresa vulnera los derechos humanos de forma sistemática, su propietario también es responsable y debería velar para que estas situaciones no se diesen, y deberían garantizar el acceso a la justicia de las víctimas.
Empezaremos por el caso más importante, y del que ya tienen mucha información. Su participación en el capital de Gas Natural Fenosa con un 39,87% de las acciones. Y, ¿por qué tenemos que hablar de Gas Natural Fenosa? Porque mientras ustedes estaban negociando la fusión con Unión Fenosa, en el Departamento de San Marcos en Guatemala, fueron asesinadas ocho personas que luchaban por defender los derechos de su población. Aquellas personas estaban haciendo campaña de denuncia sobre los abusos y el mal servicio que Uión Fenosa ofrecía en la zona en el suministro eléctrico. La primera víctima fue Víctor Gálvez, líder del Frente de Defensa de los Recursos Naturales y Derechos de los Pueblos (FRENA). Después vendrían 7 asesinatos más, entre ellos el de Evelinda Ramírez, que estaba embarazada. Estos hechos ocurrieron entre noviembre de 2009 y marzo de 2010. Y ustedes, en mayo de 2011, se fueron del país, vendiendo sus participaciones al fondo británico Actis.
Tanto ustedes como Gas Natural, el Gobierno español y catalán fueron informados mediante una carta firmada por más de 200 organizaciones catalanas, españolas e internacionales, de los hechos. ¿Su respuesta? Que La Caixa cumplía estrictamente con los derechos humanos. ¿Dónde? En sus oficinas imaginamos, porque participando en empresas como Gas Natural Fenosa no se respetan los derechos humanos, se pisotean. Estos días tenemos entre nosotras a una persona refugiada por la situación de violencia que se sigue viviendo en Guatemala, y como comprenderán, hoy no ha participado aquí para no poner en riesgo su vida. Su demanda y la de su pueblo en el Departamento de San Marcos en Guatemala es clara, queremos justicia. Queremos saber quienes fueron los autores materiales e intelectuales de los asesinatos, y cuál es el grado de responsabilidad de Gas Natural Fenosa y el Gobierno guatemalteco. Además de que deben ser restituidas las víctimas por las políticas abusivas en la distribución eléctrica con facturas abusivas, cortes de suministro continuos o la apropiación de las redes eléctricas de la población.
Pero los casos no acaban aquí, el Tribunal Permanente de los Pueblos (tribunal popular) porque no hay tribunales donde juzgar a empresas como La Caixa, declaró culpable a Telefónica (5,67%) por falta de libertades sindicales y negociación colectiva en sus subcontratas de Xile y Perú. De todas formas, aquí tenemos ahora el caso de Marcos en Barcelona, un trabajador de Telefónica despedido por estar de baja de forma irregular, que reclama su derecho a ser readmitido, y que hizo una huelga de hambre de más de 20 días con otros compañeros que le daban apoyo, no ha sido readmitido, y desde Telefónica se le ha tratado de difamar, a través de las redes sociales.
O Agbar (24,25%) y Repsol (24,77%) por vulnerar de forma sistemática los derechos humanos de las poblaciones de América Latina en las que tienen presencia. Ustedes son accionistas de referencia en todas estas empresas y forman parte de sus Consejos de Administración y por tanto tienen responsabilidad sobre las vulneraciones de derechos que estas compañías están cometiendo y han cometido.
Volviendo al alma de La Caixa, Sr. Fainé, está dispuesto a seguirla manchando? O piensa tomar medidas para controlar de forma firme, como accionista de referencia que es, a estas transnacionaes, para que no vulneren los derechos humanos. Y el año que viene nos explicará qué responsabilidad tuvo Gas Natural Fenosa en los asesinatos de las activistas del FRENA en Guatemala.
Díganos Sr. Presidente, y reflexionen ustedes, miembros del Consejo de Administración y señoras y señores accionistas: ¿Todo vale por hacer dinero?
Gracias por su atención