Segunda intervención en la junta de accionistas de Caixabank 2016
Buenos días Sr. Presidente, miembros el Consejo de Administración, señoras y señores accionistas.
Mi nombre es Audrey Esnault y hablo como miembro del Centro Delàs de Estudios por la Paz en nombre de la Campaña CaixaBank Sin Armas promovida por Setem, Justícia i Pau, el Observatorio de la Deuda en la Globalización, el Colectivo RETS y mi entidad.
Les hablo en representación de 80.373 acciones cedidas a la campaña CaixaBank sin armas para levantar la voz hoy en este foro y denunciar las inversiones en armamento militar de Caixabank.
Estas inversiones van en desacuerdo con su Código de Valores Éticos y Principios de Actuación y sus valores corporativos, que estipulan que CaixaBank “no participará en operaciones de financiación o exportación de material bélico de uso militar.
Lamentablemente, la realidad devela que Caixabank tiene actualmente participaciones accionariales significativas en INDRA por un valor de 7,9 millones de euros y en OESIA, del 26,30%, pero cuyo valor monetario desconocemos por su opacidad en las operaciones.
Déjenme recordarles que Indra, es una empresa que desarrolla tecnologías aplicadas al ámbito náutico militar y de la aviación militar, así como simuladores, utilizados por múltiples ejércitos, muchos de los cuales están en guerra.
Respecto a la participación de control de la empresa militar Oesia, Caixabank posee un 26,3% de sus acciones. Esta empresa desarrolla tecnología aplicada al sector militar, como los sensores de búsqueda y seguimiento por infrarrojos necesarios para la detección automática de blancos sobre los que disparar; un sistema que ya está totalmente operativo en el avión de combate europeo Typhoon, un caza que ha sido adquirido por los ejércitos de Arabia Saudí (2007) y Oman (2012) y que puede estar lanzando bombas hoy mismo en la guerra de Yemen, con consecuencias desastrosas para la población civil, de la que un 80% se encuentra necesitada de ayuda humanitaria.
Estas participaciones accionariales de Caixabank muestran una grave incoherencia con la Obra Social de La Caixa, el denominado “alma de la Caixa”, y con el Pacto Mundial de las Naciones Unidas al cual se ha adherido, especialmente con el principio nº2, según el cual “las empresas deben asegurarse de que no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos”.
Señor Presidente, Miembros del consejo de administración, ¿nos pueden asegurar de que con dichas inversiones, Caixabank, que ocupa además la presidencia de la Red Española del Pacto Mundial de la Naciones Unidas, no está incumpliendo dicho principio?
Deben ustedes saber que con sus inversiones en armamento Caixabank se hace cómplice de la fabricación de unas armas, que en demasiados casos acaban en zonas de conflicto y que, por lo tanto, contribuyen a prolongar guerras, violencia y violaciones de derechos humanos.
Sin la financiación de entidades financieras como Caixabank, muchas empresas de armas no tendrían los recursos suficientes para producirlas y más de 70% de las armas que existen en el mundo no podrían ser fabricadas. De aquí el rol clave de las entidades financieras para cambiar sus prácticas y no contribuir a la proliferación de armas y conflictos armados, un rol que pueden decidir asumir hoy mismo en esta junta de accionistas.
Consecuentemente, les instamos a usted, Sr. Fainé, y a todas y todos los aquí presentes, a abandonar de inmediato cualquier financiación a empresas de armamento. Solo así podrán estar seguros de que sus beneficios no proceden de ninguna guerra y de que el “alma” de la Caixa no está manchada de sufrimiento.
Muchas gracias por su atención.