Hoy viernes 5 de abril dos miembros de la Campaña Banca Armada han participado en la junta de accionistas de CaixaBank que se ha celebrado en Valencia por primera vez, tras el cambio de sede social que la entidad efectuó hace unos meses a raíz de la situación política en Cataluña.
Así, un representante de la campaña integrada actualmente por siete organizaciones -Centro Delàs de Estudios por la Paz, SETEM, Justicia y Paz, ODG, Colectivo Redes, AA-MOC y hechos- ha explicado ante los accionistas y los medios de comunicación los vínculos de esta entidad con la industria del armamento para sensibilizar y denunciar ante la sociedad la relación entre estas prácticas financieras con las tragedias humanas consecuencia de los conflictos internacionales.
Mónica Vega ha destacado que de los más de 87 millones de euros que CaixaBank ha invertido en empresas de armamento de 2011 a 2016, casi 8 millones se han destinado a INDRA en formato de fondos de inversión, acciones y bonos. INDRA es una empresa del Estado Español que dedica el 27% de su producción a desarrollar electrónica militar, simuladores de vuelo, sistemas de tiro y de defensa electrónica. Entre sus productos estrella se encuentran: el Eurofighter, un avión caza con misiles de largo alcance, las fragatas de guerra F-100 o los helicópteros Tigre que han participado con las tropas españolas en Afganistán. INDRA, pues, está suministrando las armas y otros equipamientos militares que alimentan los conflictos armados, incrementan los niveles de violencia y aumentan la inseguridad de las personas que viven allí, obligando a poblaciones enteras a huir de sus hogares buscando refugio en otros países. Además, se beneficia por partida doble del drama de la guerra y de las personas refugiadas, ya que además de producir y exportar las armas que perpetúan y escalan la violencia de los conflictos, se beneficia del acuerdo de militarización en las fronteras europeas, siendo una de las empresas que vende los equipos de seguridad y control de fronteras para evitar la entrada de las personas en busca de asilo en el territorio de la Unión Europea.
Como ha explicado Camino Simarro, otra de las empresas financiadas es MAXAM, fabricante de los explosivos militares más grandes del mundo, que ha recibido a través de créditos 77.319.098,63 € de CaixaBank de 2011 a 2016. Es una empresa de España que fabrica y exporta todo tipo de explosivos civiles y militares: municiones de mortero, de calibre medio, de artillería y de armas ligeras; granadas subacuáticas; y bombas lapa, entre otros. Uno de los países a los que vende explosivos esta empresa es Arabia Saudí, país que está implicado desde hace años en la guerra de Yemen. Además, hay que recordar que esta empresa fue responsable de la fabricación de minas anti-persona y bombas de racimo, que no dejó de producir hasta que no se hizo explícita la prohibición de este tipo de armamento.
La tercera empresa armamentística financiada es SENER, que ha recibido de Caixabank 2.268.580,80E en créditos en el mismo periodo. Esta empresa española es líder en el desarrollo de sistemas gracias a los cuales es posible el lanzamiento y utilización de misiles como el John Strike Missiles, y está especializada en aplicaciones de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento aplicados a misiles, así como en electrónica militar, vigilancia, sistemas de tiro y sistemas de control para misiles.
Jordi Gual, presidente de CaixaBank, ha destacado en su respuesta el compromiso de la entidad con los derechos humanos y ha negado cualquier relación con las empras fabricantes de material controvertido o que exportan armas a países en los que se vulneran derechos humanos..
Durante el mes de marzo, la campaña participó en la junta del BBVA que se celebró en Bilbaoa y en la del Banco Santander, celebrada en Santander. Durante las próximas semanas, también participará en las juntas de Bankia y Banco Sabadell gracias a los votos que accionistas de todo el estado han delegado para denunciar las malas prácticas de estas empresas.
Se pueden consultar las dos intervenciones y la respuesta del presidente aquí.