Este jueves 30 de marzo miembros de la Campaña Banca Armada participarán en la junta anual de accionistas del Banco Sabadell.
Como cada año, representantes de la Campaña Banca Armada -integrada actualmente por el Centro Delàs de Estudios por la Paz, SETEM Catalunya, Justicia y Paz, ODG, Col·lectiu Rets, AA-MOC y Fets- están participando en las juntas de accionistas de algunas de las entidades bancarias más implicadas en la financiación de las empresas de armamento: BBVA, Banco Santander, Caixabank, Banco Sabadell y Bankia.
El objetivo de esta acción es explicar ante los accionistas y los medios de comunicación los vínculos de estas entidades con la industria de armamento para sensibilizar y denunciar a la sociedad estas financiaciones.
El Banco Sabadell es el séptimo banco español que más contribuye a la financiación de la industria militar, con 51.551.463 euros invertidos durante el periodo 2011-2016. Por lo tanto, estamos ante una entidad que forma plenamente parte del grupo de Banca Armada.
Maxam ha sido y es en estos momentos el principal cliente de Banco Sabadell del sector armamentístico. Es de lejos la empresa que más créditos ha recibido y con cantidades más elevadas que ninguna otra marca de armamento, sumando un total de 34.470.857 euros, que suponen el 73,63% de la cantidad total concedida en créditos al sector de armamento. Maxam tiene un historial rodeado de polémica, ya que durante muchos años fue un preponderante fabricante de minas antipersona y bombas de racimo, armas diseñadas contra el objetivo más vulnerable y mayoritario: la población civil. Actualmente Maxam todavía produce todo tipo de explosivos militares a través de su filial Expal, tales como morteros, granadas subacuáticas o bombas lapa, y hay indicios que apuntan a que su filial en Turquía podría haber comercializado explosivos con Estado Islámico.
El Banco Sabadell también ha concedido créditos a Navantia, principal fabricante de barcos de guerra y actualmente en proceso de cerrar un contrato multimillonario con Arabia Saudí de venta de cinco corbetas, las cuales serían presuntamente utilizadas en la guerra del Yemen. Las otras dos compañías de armamento acreedoras son Orbital ATK -productores de sistemas de propulsión de cohetes para misiles balísticos Trident II- y Oesia -desarrolladora de simuladores de artillería y tiro para aviones de combate-. En forma de bonos y pagarés, la benefactora es Indra, una de las empresas de armas más destacadas a nivel europeo, la cual ha participado, junto con las anteriores marcas mencionadas, en importantes transacciones de armamento a países en conflicto.
Visibilizando estas controvertidas inversiones de Banco Sabadell con empresas de la industria militar, los miembros de la Campaña Banca Armada pondrán de manifiesto ante los directivos, accionistas y medios de comunicación que las políticas de financiación del Banco Sabadell aún están lejos de regirse por el ética.