El 27 de noviembre de 2014, miembros de la organización PAX, the Netherlands, presentaron la quinta actualización del informe ‘Inversiones Mundiales en Bombas de Racimo: Una responsabilidad compartida’. Las entidades financieras que invierten en acciones o bonos de empresas productoras de bombas de racimo, pasan a formar parte del Hall of Shame.
En el informe del 2014, la PAX ha añadido un banco español a la lista: el Banco Sabadell.
Más de 150 instituciones financieras de distintas regiones han invertido 27.000 millones de dólares en empresas productoras de bombas de racimo entre los años 2011 y 2014, según apunta el informe. Además, también especifica que la mayoría de estas inversiones provienen de instituciones financieras en estados que aún no se han incorporado a la Convención sobre Municiones de Racimo del 2008, pero que también hay bancos de países que sí han firmado el texto de la Convención, entre ellos España.
Aunque 76 instituciones financieras hayan adoptado políticas sobre municiones de racimo, el uso reciente de estas bombas en los conflictos de Siria y Ucrania confirma la necesidad imperiosa de erradicar esta arma.
En el informe del 2014, la PAX ha añadido un banco español a la lista: el Banco Sabadell.
En concreto, en Noviembre de 2013 el Banco Sabadell, junto con una cuarentena de entidades financieras, concedió un crédito a 5 años por valor de 1.960 millones de dólares a la empresa ATK (Alliant Techsystems). El Banco Sabadell participó en la operación aportando 15 millones de dólares. ATK (Alliant Technisystems) es una empresa líder en la fabricación de municiones, armas de ataque, misiles de alerta, accesorios de tiro, estructuras de aviones militares, entre otros.
Según el informe, en España no hay ninguna institución financiera con una política clara de no-financiación a productores de bombas de racimo.
Por lo que respecta a instituciones españolas con políticas de no financiación pero que aún tienen lagunas, encontramos al BBVA. En el caso del BBVA, el banco ha hecho pública su política de no financiación a productores de bombas de racimo. Sin embargo, esta política de exclusión no se aplica a todas las inversiones hechas en nombre de terceros. Los clientes pueden pedir al BBVA que invierta los activos en compañías que no sigan la política de no-inversión; esto ocurre en el caso de los fondos de inversión cotizados (los ETF), fondos que siguen un índice, fondos de pensiones y carteras de inversiones. Además, la política de exclusión no se aplica a mandatos discrecionales y fondos pasivos gestionados por gestores de activos externos. Por último, apuntar que la lista de exclusión elaborada por el BBVA no es pública.
Por lo tanto, para que el BBVA pase de ser candidato a miembro del Hall of Fame, esto es, una entidad financiera con una política clara de no-financiamiento a productores de bombas de racimo, necesita realizar una serie de ajustes. El BBVA tendría que extender su política de exclusión a los mandatos discrecionales y fondos pasivos (como los fondos que siguen un índice), gestionados tanto internamente como externamente.