• Un nuevo informe del Centro Delàs de Estudios por la Paz presenta un análisis de las políticas internas de las entidades financieras en materia de defensa y las compara con las inversiones reales en las que se involucran las entidades que implementan estas políticas.
• El informe, que concluye que la introducción de políticas de RSC de los principales bancos españoles no es garantía de la no financiación del sector de defensa y la producción de armamento, se ha presentado en una Jornada en Torrent (Valencia) que ha contado con una conferencia del profesor y escritor Carlos Taibo.

Valencia, 27 de marzo de 2024. El nuevo informe que publica el Centre Delàs d’Estudis per la Pau, “La Financiación de las armas y la (I)Responsabilidad Social Corporativa”, pone el foco en las políticas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en materia de armamento y defensa por parte de los principales bancos y cajas que operan en España y en la Comunidad Valenciana: las 10 principales entidades financieras de la banca armada española, 6 entidades que pertenecen a la banca armada a nivel internacional, y un grupo de 10 entidades del sector de las cooperativas de crédito y la banca ética de la Comunidad Valenciana. Entre las conclusiones del informe destacan:

• De todas las políticas de RSC en materia de armamento y defensa analizadas, sólo aquellas calificadas de grado alto, es decir, las que prohíben sin matices ni restricciones la financiación de la producción de armamento, son eficaces al impedir que las entidades acaben financiando armas. Dentro de este grupo se encuentran las entidades Fiare Banca Ética, Triodos Bank y cooperativas como Caixa Popular y Caja de Ingenieros.
• Del resto de políticas de RSC en este ámbito encontramos más o menos ambiciosas, desde las que incluyen listas de exclusión de empresas o tecnologías concretas, que llamamos de grado medio, a las que excluyen sólo armas “controvertidas” o inversiones en función del contexto (destino, origen, sanciones, embargos, etc.), llamadas de grado bajo.
• Cuando comparamos a los bancos en cada grado con las inversiones reales, vemos que tanto las políticas de grado medio como las de grado bajo son incapaces de frenar las inversiones en empresas de armas. En el primer caso encontramos grandes bancos como Banco Santander, BBVA, Bankinter, Caixabank o ING a nivel internacional. En el segundo caso, destacan entidades estatales como bancos (e.g. Banco Sabadell, Ibercaja o Kutxabank) o fondos de inversión (e.g. Buy & Hold y EDM Group) ya nivel internacional grandes entidades como BNP Paribas, Credit Suisse, Deutsche Bank, UBS o Banco Mediolanum.
• Así, destacan algunos de los bancos comerciales españoles con políticas más desarrolladas pero más ineficaces, como Banco Santander, BBVA, Caixa Group (Caixabank) y Banco Sabadell. Los cuatro hacen una descripción pormenorizada en relación al tipo de armamento que excluyen así como al contexto político y social de los países en los que operan. Sus políticas identifican una amplia variedad de situaciones relacionadas con los derechos humanos, situaciones de conflicto armado o tensiones internas en las que las inversiones en armamento estarían excluidas. Incluso, Caixa Group y Banco Santander cuentan con listados de exclusión de empresas fabricantes de armamento, según los citados criterios. Banco Santander, BBVA, Caixa Group y Banco Sabadell lideran el ranking de las entidades financieras españolas que más invierten y financian a la industria armamentista y de militarización de fronteras.

El informe se ha presentado este martes 26 de marzo en el Museo Comarcal de l’Horta Sud Josep Ferrís March, en la Jornada ‘Banca Armada y finanzas éticas: la (des)inversión como arma por una economía por la paz’. El profesor y catedrático de Ciencias Políticas y de la Administración de la Universidad Autónoma de Madrid, Carlos Taibo, ha abierto el acto con una conferencia sobre economías no belicistas. El experto en relaciones internacionales y decrecimiento, ha apuntado que en un momento de colapso como el actual, en el que hay que reconocer los límites planetarios, es necesario replantearnos el modelo económico: “el futuro se augura muy duro, y necesitamos forraje y comida, no armas».

La Jornada también ha contado con la participación del coordinador e investigador del Centre Delàs d’Estudis per la Pau y experto en paz, conflictos y desarrollo, Jordi Calvo, quien ha vinculado las reflexiones de Taibo sobre la apuesta por el decrecimiento para una economía no belicista, con la importancia de desinvertir en la guerra, poniendo el foco en el papel de las entidades financieras en el ciclo de producción del armamento: “Sólo una prohibición total, completa y transversal a todas las actividades de las entidades financieras en cuanto a la financiación de la producción y compraventa del sector armamentístico y de defensa es garantía de que tales inversiones no se producen. Y no sólo, son necesarias unas políticas claras que permitan una fiscalización de las inversiones, una mayor transparencia y mecanismos de suspensión y revocación de inversiones cuando se demuestre su vínculo con el sector armamentista y de la militarización de fronteras. Y esto sólo lo encontramos en el sector de la banca ética y en algunas cooperativas de crédito”.

Éste es el primer informe de esta índole que hace un estudio sistemático de las políticas de RSC en el ámbito de defensa y armamento de las entidades financieras en el Estado español, y llega precisamente en un momento donde, por un lado, muchas entidades financieras enfatizan comunicativamente cada vez más sus compromisos sociales y ambientales, pero por otro, se involucran en la financiación de una industria de la guerra que sigue creciendo y multiplicando su producción y beneficios. El estudio analiza también la práctica en este sentido de entidades de la banca ética y/o el sector de cooperativas de crédito en busca de referentes y guías a nivel de buenas prácticas en cuanto a inversión responsable, desinversión en caso necesario, transparencia y control, etc.

Podéis consultar y decargar el resumen ejecutivo y el informe completo aquí.

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