LECTURA DE LA CARTA OBERTA PER A LA JUNTA GENERAL DE MUTUA MADRILEÑA
Buenos días Sr. Presidente de la Mutua Madrileña, miembros del Consejo de Administración, señoras y señores mutualistas.
Me dirijo a ustedes como miembro de la campaña Banca Armada, promovida por el Centro Delàs de Estudios por la Paz, SETEM, FETS, Justicia y Paz, el Observatorio de la Deuda en la Globalización y AA-MOC.
Les remitimos esta carta abierta con motivo de la celebración, hoy, 14 de mayo de 2019, de la Junta General de su sociedad.
En los Informes de Actividad y Responsabilidad Social Corporativa de la Mutua Madrileña exponen el compromiso del grupo con la gestión ética y responsable. Desde la campaña Banca Armada no podemos sino discrepar con esta afirmación. Nos dedicamos a denunciar públicamente a las instituciones que financian la industria militar y, tristemente, la Mutua Madrileña se encuentra en la lista de entidades que financian la guerra.
En el periodo 2013-2018, la Mutua Madrileña ha financiado con más de 29 millones de euros (29.027.465€) a la empresa INDRA.
Indra es una de las principales compañías militares de España y una de las principales en defensa y seguridad de Europa. Asimismo, Indra tiene un papel importante en la militarización de las fronteras, a través de la construcción de la tercera valla en la frontera española en Melilla, donde se han documentado numerosas vulneraciones de derechos a personas migrantes.
Indra también tiene relación con la guerra del Yemen, ya que el ejército saudí usa armas con componentes y productos electrónicos producidos por Indra, como el Eurofighter. Arabia Saudí lidera una coalición internacional que lleva a cabo operaciones militares en Yemen en las que se bombardea objetivos civiles.
Resulta especialmente inmoral que su sociedad, una mutua, haga este tipo de inversiones, ya que, teóricamente, sus principios son los de velar por el cuidado de las personas.
Señor presidente, miembros del Consejo, señores y señoras mutualistas, les pedimos que no utilicen las inversiones de su sociedad para mantener el ciclo de la guerra, sino para velar por la paz en el mundo. El beneficio monetario no debería ser el único criterio por el que regir una organización como la suya.